Bulimia
Atendiendo al DSM-5, los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa son:
- Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por una ingesta elevada en un corto periodo de tiempo, o bien por una sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento.
- Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetitiva, con el fin de no ganar peso. Por ejemplo: provocarse el vómito; un uso excesivo de laxantes u otros fármacos; períodos de ayuno y ejercicio excesivo, etc.
- Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, en promedio, al menos 1 vez a la semana durante un periodo de 3 meses.
- La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta.
La bulimia nerviosa se clasifica en dos tipologías:
- Tipo purgativa: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
- Tipo no purgativa: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo utiliza otras conductas compensatorias inapropiadas como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no utiliza regularmente el vómito ni los laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
La sintomatología de la bulimia nerviosa con medidas compensatorias incluye:
- Síntomas conductuales: atracones a escondidas, vómitos autoinducidos, esconder comida en lugares diferentes, restricción de las comidas, o persistencia en la realización de dietas.
- Síntomas cognitivos: insatisfacción corporal, obsesión por bajar peso, cambios de humor repentinos, miedo a perder el control, impulsividad, o culpabilidad.
- Síntomas fisiológicos: descalcificación dentaria, callos o cicatrices en las manos, hipertrofia de las glándulas salivales, hiponatremia, reflujo ácido, etc.
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